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viernes, 15 de junio de 2012

#Novullpagar porqué esto si que es un expolio

Después de mucho tiempo sin escribir nada hoy he decidido reactivar este sitio. Perdonad tanta ausencia, pero cuando uno tiene exámenes y trabajos por medio le suele faltar tiempo (sobre todo si la universidad donde estudias te los pone todos para las dos últimas semanas de curso). Han salido bien, no me puedo quejar y, si no pasa nada extraño, pasaré a tercero de carrera limpio.

Hace unas semanas me estrené en esto del #novullpagar, que como ya sabréis es esa iniciativa promovida por la plataforma Prou Peatges que persigue la eliminación de todos los peajes de las autopistas catalanas. Yo lo hice en la autopista C-33 (Montmeló-Barcelona), una vía por la que entras a las rondas de Barcelona en apenas 15 minutos. La barrera está situada a la altura de mi ciudad, Mollet del Vallès, y su precio es de 1,48 en ambos sentidos. Todo ocurrió sin incidencias reseñables: llegué, paré el coche delante de la ventanilla y le dije al empleado la consigna mágica "no vull pagar" (traducido quiere decir "no quiero pagar"). Salió del puesto, me tomó el número de matrícula y me abrió la barrera con el semáforo en verde. Parece que estan empezando a llegar las primeras multas ilegales de 100 euros. Ya os diré si me llega a mí.

Para este domingo la misma plataforma ha convocado el tercer No vull pagar popular y una comida-protesta enfrente del edificio de La Caixa (accionista mayoritaria de Abertis, empresa dueña de las concesionarias) en la Avinguda Diagonal de Barcelona. ¿El objetivo? El mismo que el que dio orígen a esta iniciativa: hacer presión para que todas las carreteras y autopistas catalanas que actualmente son de pago pasen a ser gratuitas. Al acto se ha sumado el partido político de corte independentista Solidaritat Catalana per la Independència (SI), que desde que se puso en marcha todo está ofreciendo asistencia jurídica e informativa para aquellos que participan en las reivindicaciones. Con el artículo que estáis leyendo quiero dejar claras dos cosas. La primera, que yo apoyo el #novullpagar. La segunda, que lo apoyo porque considero que es un agravio que sufre la propia Cataluña respecto a sí misma y no al conjunto de España, como se dice. Por eso creo que es mi deber informar de ciertas cosas para que sepáis lo que véis y, si lo apoyáis, lo que apoyáis.

En primer lugar, decir que la mayoría de carreteras catalanas de peaje pertenecen a la Generalitat de Cataluña. Hablamos de las autopistas C-31, C-32, C-33 y C-16. Las únicas que son de titularidad estatal son la AP-7 y la AP-2. Entonces, ¿qué culpa tiene el gobierno de que haya peajes en Cataluña? Si en estas vias la responsabilidad recae en el gobierno autonómico deberían ser ellos los encargados de retirar las barreras.

En segundo lugar, me parece injusto que se achaque el problema de los peajes a una comparación entre Cataluña y Andalucía o Extremadura (parece que se les tiene manía o algo parecido). La inversión que se hizo en crear autopistas en territorio catalán es muy grande y gracias a ello tenemos unas vias de comunicación que son la envidia de toda España. En Andalucía, por contra, la gran mayoría de carreteras que hay son nacionales de doble sentido que ahora se están desdoblando. Hay autopistas, sí, pero no como en Cataluña.

Y lo que más me cabrea es que se hable de expolio del gobierno central hacia nosotros cuando Abertis, La Caixa y Convergència i Unió se están haciendo de oro gracias a los peajes. Un ejemplo: la autopista C-33 que he nombrado al principio del artículo costó 20 millones de euros. Es un tramo de 26 quilómetros por el cual circulan cada día unos 15.500 vehículos (según datos de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Cataluña). Cada dia se recaudan unos 23000 euros, lo que al año son más de ocho millones. Según estos datos la carretera tendria que haberse amortizado en dos años, pero después de la última prórroga la concesión se ha alargado hasta el 2021. ¿Es esto un espolio?

Otro ejemplo lo podemos ver en la C-32 (autovía Montgat-Palafolls). Son 52 quilómetros que costaron alrededor de 300 millones de euros. Se construyó en 1970 y la concesión inicial fue hasta el 2004, pero también se ha prorrogado hasta el 2021. Esta autopista barreras en Vilassar (1,29 euros), Arenys de Mar (1,25 euros) y Santa Sussanna (1,05 euros) y un tráfico diario de unos 40.000 vehículos. Al año se recaudan 17,5 millones de euros, con lo cual la amortización se hacía en menos de 20 años. ¿Esto no es un espolio?

Basta ya de populismo y de utilizar al gobierno español para excusar todas las perrerías de la Generalitat y sus socios. Yo #novullpagar porque esto es un abuso hacia el pueblo catalán y porque me parece injusto que tengamos que ir por carreteras en mal estado o en obras para no gastar en peajes lo mismo que en gasolina.